La utilización eficiente y colectiva de las aguas de la cuenca del río Amu Darya, que desemboca en el degradado mar de Aral, es fundamental para conseguir la seguridad alimentaria y la paz en Asia Central, según un informe del Programa Medioambiental de la ONU (UNEP).
Este estudio de la UNEP, presentado en Ginebra, constituye el primer esfuerzo diplomático que establece líneas de acción comunes acordadas por los países que forman parte de la cuenca del río Amu Darya (Afganistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) para hacer frente a la degradación y pérdida de recursos acuíferos en la zona.
"La competencia por la escasez de agua y recursos naturales que dependen de ella podría causar conflictos entre estos países, por lo que la cooperación entre ellos para implementar políticas medioambientales y agrícolas es fundamental", subrayó el director regional de la UNEP para Europa, Christophe Bouvier.