El agua ha sido un elemento fundamental en el progreso de la humanidad a lo largo de la historia. Este recurso ha sido de gran interés para todas las civilizaciones que han habitado el planeta, pero más allá de su importancia para la vida en sí también ha sido siempre un factor clave en la economía y sociedad. Por ello, no es de extrañar que a la vez que los gobiernos se interesen por una adecuada gestión de la misma quieran unificar progreso económico y cuidado ambiental de esta.
Por eso hoy día se ha convertido en un elemento fundamental para el desarrollo de ciudades la gestión del agua. Un ejemplo de esta ambición es nuestro país, España. Actualmente se encuentra en los primeros puestos en Europa de países que cuentan con proyectos innovadores en materia de agua y economía circular de la misma como el PERTE, que reune un paquete de proyectos para conseguir una digitalización del ciclo del agua bajo el nombre de Proyectos Estratégicos para la recuperación y transformación económica y aunque posiblemente sigan siendo necesarias mayores aportaciones de capital por parte del gobierno central se están consiguiendo llevar a cabo proyectos interesantes con la unión de intereses públicos y privados.
En concreto, la financiación del gobierno para estos proyectos se prevé que sea mayor de 3.000 millones de euros y cree empleo de equipos multidisciplinares tanto del área ingenieril, como del tratamiento de datos o telecomunicaciones en aproximadamente 3.500 puestos.
Se financiarán así los programas de ayudas para el impulso a la digitalización de los distintos usuarios del agua, para avanzar tanto en la protección del medio ambiente, la mejora de la gestión de los recursos hídricos y la lucha contra el cambio climático.
Como medidas concretas se pueden destacar las ayudas a la digitalización del regadío, con implantación de contadores en las tomas de agua y parcelas, sistemas de control de la humedad y conductividad del suelo, automatizar sistemas de riego... También se reforzarán los programas de seguimiento y control de los vertidos mediante sistemas de monitorización en tiempo real.
En cuanto al marco legal que acompaña a estos cambios, se contempla una modificación de la Ley de Aguas que incluirá avances en digitalización y actualizaciones del Reglamento de Dominio Público Hidráulico que apostará por la teledetección en el control de los usos del agua. Se apostará también por la creación de una herramienta de gobernanza que permita mantener toda la infraestructura que se va a implantar y será el Observatorio de la Gestión del Agua en España.
La innovación entonces es un elemento clave a destacar en el presente y en el futuro por las consecuencias que está desencadenando el cambio climático. Por una parte, se prevé una importante escasez y por otra los fenómenos extremos que sufriremos con riesgos de inundaciones.