Las desalinizadoras móviles, como la que quieren utilizar los hoteleros de Lloret de Mar (Girona) para llenar sus piscinas con agua de mar tratada, son rápidas, pero caras y gastan mucha energía, según expertos consultados por Europa Press.
El profesor de la Escola de Camins de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Xavier Sánchez, ha detallado que estas plantas portátiles separan la sal del agua mediante la ósmosis, un proceso que necesita "mucha inversión de energía", por lo que es muy caro.
El gerente de la empresa especializada en alquiler de plantas móviles de tratamiento de agua Soluwater, Carlos Segura, ha dicho que se gastan unos 4 kilovatios por cada 1.000 litros y que las sales del agua de mar requieren de materiales especiales: "Esto aumenta tremendamente el coste de la máquina".
"Sencillamente, cubren un hueco donde la desalinizadora grande no llega, que es el tiempo. Porque la gente quiere el agua ya y no la quiere dentro de tres años", y ha añadido que otro problema del sistema es la captación de agua y el vertido de la sal, que debe estar autorizado y hacerse a varios kilómetros de la costa.
Según Sánchez, al aparato puede desalar varios litros de agua por segundo y llenar una piscina en pocas horas, por lo que a los hoteleros les puede salir a cuenta si la alternativa es tener la piscina cerrada y tener menos clientes.
¿Cómo funcionan?
Una desalinizadora móvil está ubicada dentro de un camión, por lo que se puede mover a distintas partes de la costa y dar servicio a distintos usuarios: "Podrías estar pasando junto a un camión que fuera una desalinizadora y no te darías cuenta", explica Sánchez.
Tiene tres tuberías: por una entra el agua de mar, por la otra sale el agua destilada y por la última sale el agua de desecho, y lo único que necesita es una toma de electricidad y conectarla a las tuberías.
Está ubicada cerca de la zona de extracción del agua y mediante tuberías o camiones cisterna el agua se desplaza hasta el destino final.
Para instalar una se debe pedir permiso a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), que les fija las condiciones, y la administración ofrece ayudas a los ayuntamientos para solucionar problemas relacionados con el agua.
¿Es viable en el futuro?
"El momento en que salgamos de la emergencia y vuelvan a dejar llenar piscinas con agua del grifo, no tendrán sentido. El agua del grifo es muchísimo más barata", ha apuntado Sánchez.
Para Segura, es una solución que da respuesta a la falta de alcance de la administración: "No puede gestionar todos los problemas de todos los municipios. Debería, pero es inviable".
El gerente de Soluwater ha explicado que una alternativa a las desalinizadoras móviles de agua de mar son las desalinizadoras que cogen agua de los acuíferos, ya que requieren de menos energía, por lo que son más baratas: "Los tecnólogos no apostamos mucho por el agua de mar, solamente cuando hay sequía".
Según él, es una herramienta muy usada por la industria catalana, porque esta "no se puede quedar sin agua en ningún momento", y Sánchez ha coincidido que es una opción más eficiente, más barata y que genera menos residuos".
