La ciudad marroquí de Tánger, en la costa norte del país, está implementando medidas para optimizar el uso del agua, informa Marruecos World News. Esta iniciativa surge como respuesta al apremiante estrés hídrico, impulsado por el cambio climático y los cambios en los patrones de precipitaciones.
Entre las medidas introducidas se encuentra la prohibición del uso de agua potable para el riego de zonas verdes y limpieza de espacios públicos. Además, existen restricciones para el llenado de piscinas, tanto públicas como privadas, limitándose a una vez al año.
Mohamed Boujrmma, responsable de la división de gestión de riesgos en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, declaró a los periodistas: "Hemos pasado a la aplicación de la decisión gubernamental que impone varias medidas para la racionalización del uso del agua y la lucha contra su desperdicio."
Boujrmma explicó que en lugar de utilizar agua potable, los espacios verdes emplearán aguas residuales recicladas. Las autoridades han notificado a establecimientos como hoteles, complejos turísticos, hammams y lavaderos de coches la información para que cumplan esta directiva. Se prevén sanciones en caso de incumplimiento, que van desde la confiscación de la licencia hasta el cierre temporal o permanente de las empresas. Al alentar la participación pública, Boujrmma instó a los ciudadanos y a los actores económicos a contribuir activamente al ahorro de agua.
La reciente sequía ha tenido un impacto crítico en los embalses de agua de Marruecos, y los niveles de las presas han experimentado una disminución significativa. Esta escasez se ha atribuido a precipitaciones inusualmente bajas en los últimos años, un patrón que se observa cada vez más en medio del calentamiento global.
Tánger se suma ahora a otras ciudades marroquíes en la adopción de medidas proactivas para abordar la crisis del agua. En la región de Casablanca-Settat, las autoridades han iniciado una campaña de racionamiento de agua dirigida a servicios como el lavado de coches y los hammams públicos. Las medidas incluyen prohibir el uso de agua potable para el lavado de autos e implementar días de cierre.
El gobierno de Marruecos ha reconocido la gravedad de la situación y ha enfatizado la suma importancia de salvaguardar el agua potable como una de las principales prioridades actuales, mientras avanza para implementar una estrategia integral para abordar la crisis del agua, con la desalinización como una solución clave.
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