Marruecos está sufriendo la peor sequía de los últimos 40 años, una situación que podría provocar escasez de agua potable, informa Phys.org. Los agricultores suelen ser los más afectados por las sequías recurrentes en el país, pero el abastecimiento de agua en algunas ciudades también podría verse amenazado, dijo el Ministro de Equipamiento y Agua, Nizar Baraka, en el parlamento.
Desde septiembre ha habido pocas precipitaciones, y los embalses sólo reciben el 11% del agua que suelen recibir en un año promedio. Las ciudades de Marrakech y Oujda ya recurrieron a las reservas de agua subterránea el pasado mes de diciembre para su abastecimiento.
A principios de este año, el gobierno anunció un paquete de unos mil millones de euros para ayudar al sector agrícola, que es uno de los principales empleadores en las zonas rurales. Aunque Marruecos está acostumbrado a las sequías, éstas se han hecho más frecuentes como consecuencia del cambio climático. La dependencia de los agricultores de las precipitaciones hace que los rendimientos agrícolas sean vulnerables a la sequía, y las excepcionales condiciones de sequía de este año podrían provocar la peor cosecha en décadas. Los cultivos de regadío también pueden verse afectados si los niveles de los embalses continúan descendiendo debido a la sequía, aunque las recientes lluvias están ayudando a aliviar la situación.
La disminución de los recursos hídricos disponibles en Marruecos se achaca a factores medioambientales, junto con el aumento de la demanda y la sobreexplotación de las aguas subterráneas para el riego agrícola. Un informe de 2020 del Instituto Marroquí de Análisis Político elaborado por Amal Ennabih señala las políticas de regadío como una de las causas de los problemas de escasez de agua, señalando que el regadío consume cerca del 80% del agua del país.
El ministro Baraka ha insistido en la necesidad de mejorar la eficiencia hídrica para satisfacer las necesidades de agua del país frente al cambio climático. Afirmó que Marruecos ha pasado de la escasez de agua al estrés hídrico extremo, y que perderá el 30% de sus recursos hídricos anuales de aquí a 2050.
El ministro señaló asimismo que el almacenamiento de agua en los embalses ha disminuido en los últimos cuatro años. Las 149 mayores presas del país tienen una capacidad total de 19.000 millones de metros cúbicos, y se están construyendo otras 115 presas, con el objetivo de alcanzar los 24.000 millones de metros cúbicos de capacidad de almacenamiento. También se está trabajando en la finalización de varias plantas desaladoras de agua de mar, todo ello en el marco del Programa Nacional Prioritario de Abastecimiento de Agua Potable y Regadío 2020-2027. En respuesta a la actual sequía, el gobierno está acelerando las obras para garantizar la disponibilidad de agua.
Con motivo del 9º Foro Mundial del Agua celebrado en Dakar la semana pasada, un comunicado del Ministerio de Equipamiento y Agua destaca que Marruecos es uno de los países más vulnerables al cambio climático. La disponibilidad de agua es actualmente de unos 606 metros cúbicos por persona y año, y se prevé que descienda a 560 metros cúbicos en 2030. Naciones Unidas considera que la escasez de agua se produce cuando la disponibilidad es inferior a 1.000 metros cúbicos por persona y año, y por debajo de 500 metros cúbicos, la población se enfrenta a la "escasez absoluta". Según el ministerio, las medidas de adaptación en el país están encaminadas a la gestión de la demanda de agua, incluida la mejora del rendimiento de las redes de suministro y la eficiencia en el uso del agua.
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